LO QUE QUEDO

De Adriana Tursi y Patricia Suarez
Dirección: Corina Fiorillo
Obra seleccionada para:
El programa Corredores Teatrales 2008 de la Provincia de Buenos Aires.

Dijo:

Por Hilda Cabrera para Página 12 - 23 /04/08
"... la directora Corina Fiorillo plantea una resistencia teatral a las palabras vaciadas de contenido, subrayando la devastación que produce en cada individuo el poder autoritario. Y lo patentiza en Lo que quedó (historias de posguerra) ..."

por Osvaldo Quiroga - LANACION - adncultura
"La impecable interpretación de Susana Di Jerónimo no deja lugar a dudas sobre la huella que dejó en este personaje el haber participado de situaciones tan traumáticas como absurdas y dolorosas. Esas mismas huellas, que horadan el psiquismo y se proyectan a la sociedad en su conjunto, son las que deja traslucir el entrañable cómico, mago, humilde judío interpretado de manera admirable por Alejo Mango en Sal y ceniza."

Página 12 Viernes 21 /03/08
"Dos grandes intérpretes dan vida escénica a los personajes de tres piezas breves..."

Por Silvia Sànchez Urite -Notas de Teatro- 18-04-08
"Las actuaciones de Susana Di Gerónimo y de Alejo Mango son notables, y están sustentadas en textos sólidos de Patricia Suárez y Adriana Tursi. La iluminación de Soledad Ianni es protagónica y brinda los climas emocionales acordes con cada escena. El vestuario y la escenografìa le dan verosimilitud a la trama, y están milimetrados en cada detalle. Finalmente, la dirección de Corina Fiorillo logra que no haya excesos en piezas que podrían desbocarse. Cada línea, cada gesto están coreografiados para lograr las excelentes actuaciones de Di Gerónimo y Mango."

por Marcelo Mendieta - el informatorio
"Lo que quedó es un magnífico retrato sobre personajes anónimos de posguerra" " ...Lo que quedó conmueve, sacude pero nunca deja de aliviarnos con un guiño, una sonrisa, aún en medio de tanta desolación."

ANSud.com Martes 18/03/08
"... tres relatos sencillos pero contundentes ..." , "Con excelentes actuaciones de Susana Di Gerónimo y Alejo Mango, las tres piezas conmueven y abren interrogantes."

Hector Oliboni
"El espectáculo es muy entretenido, y contiene dentro, y a pesar, de su temática mucho humor, para que los espectadores puedan disfrutarlo y al mismo tiempo reflexionar ..."
"El trabajo de la dirección a cargo, Corina Fiorillo, logra unificar todo los materiales y disciplinas dentro de un discurso coherente, e imprime asimismo al trabajo actoral una muy clara definición de estilo."

Gabriela García Morales - 19/03/2008 para CulturAR.com
"
Las historias son fuertes pero están basadas en situaciones cotidianas que son las que nos hacen sentir que podría pasarle a cualquiera, sin golpes bajos y con el humor como valor en la reflexión y necesario para transmitir el miedo y el horror que estos personajes padecieron." " ... el encuentro se vive con gran intensidad. "

Gabriel Peralta - 17/03/2008 para Critica Teatral
" Fiorillo deja, con muy buen criterio, que las historias y los personajes se impongan en todo su peso."

Diego Braude - para Imaginación Atrapada
"El relato que persiste"- "
Lo que busca quedar, en defini tiva, más allá del texto, es algo tan efímero como duradero. Es la memoria en el cuerpo, en la voz, en un acto reflejo. Es la necesidad de supervivencia que deja sus marcas. Es el haber estado con la cabeza al final del cañón de un arma. Es haber creído en un sueño loco que ahora se cae de a pedazos para mostrar la monstruosidad que ocultaba y ¿cómo tolerarlo?"


eNescenaHOY - 30-03-2008
"Lo que quedó …. después de la guerra, la vida continúa.”

LA NACION - 11-04-2008 - Alberto Catena
"Alegatos de la gran guerra. Tres obras con actores de jerarquia ..." "
Los textos, que son de Patricia Suárez, describen con fina y certera percepción detalles de la expresión verbal y la psicología de sus criaturas ..."
" La última de las historias pertenece a Adriana Tursi y es del tríptico la más teatral."
"...
no es un juego inocente, sino un auténtico delirio en el que las consignas e imágenes del pasado se instalan como un mandato irresistible que rompe todas las compuertas de la cordura ..."

"
Susana Di Gerónimo y Alejo Mango se mueven con absoluta compenetración de lo que exigen sus personajes y le dan una carnalidad diferenciada. Los suyos son trabajos muy logrados"
Eva Matarazzo - 11-04-2008 para Casting Porteña - periodismo de espectáculos y producción.
"Micro historias después del dolor"
"Las tres historias se sitúan tras la finalización de la Segunda guerra mundial, y muestran como los horrores sobreviven en las pequeñas situaciones cotidianas, pero están abordadas con una beta de humor que les otorga cierta frescura y las aleja de un acostumbrado tono solemne."

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Heridas de guerra - Dos momentos sombríos de la humanidad en Lo que quedó, de Tursi y Suárez, y Las mujeres de los nazis, de Levy-Daniel

Nadie sale indemne de una guerra. Una película como La conspiración, con guión y dirección de Paul Haggis y una interpretación admirable de Tommy Lee Jones, muestra cómo la guerra se libra también muy lejos del campo de batalla. Puede ser Irak o las Malvinas, lo cierto es que las consecuencias perduran mucho después de concluido el conflicto. El impacto no golpea solo la subjetividad de los combatientes, sino que va mucho más allá al provocar en sus familias una sensación de desolación y vacío que en muchos casos ha resultado letal.

La Segunda Guerra Mundial ha sido la catástrofe del siglo XX. Y la cartelera teatral porteña se ocupa en estos días del tema a través de Lo que quedó. Historias cotidianas de posguerra, de Adriana Tursi y Patricia Suárez, y de Las mujeres de los nazis, una trilogía escrita por Héctor Levy-Daniel.

Lo que quedó se divide también en tres obras breves dirigidas por Corina Fiorillo. La primera de ellas, Isolda muerta de hambre, narra la historia de una mujer que intimó con un alemán y que después es condenada por quienes poco comprenden sobre la conducta de un ser humano acorralado y en una situación límite. La impecable interpretación de Susana Di Jerónimo no deja lugar a dudas sobre la huella que dejó en este personaje el haber participado de situaciones tan traumáticas como absurdas y dolorosas. Esas mismas huellas, que horadan el psiquismo y se proyectan a la sociedad en su conjunto, son las que deja traslucir el entrañable cómico, mago, humilde judío interpretado de manera admirable por Alejo Mango en Sal y ceniza. Para él también la guerra fue aquello de lo que no se puede hablar, una marca siniestra, extraña y familiar al mismo tiempo, de la que ningún truco de magia puede salvarlo. La ceniza a la que alude el título del monólogo fue la de millones de hombres, mujeres y niños masacrados en la Alemania nazi y sus campos de concentración. En el mismo espectáculo, Los huéspedes reproduce un ritual siniestro: el de quienes juegan a ser las figuras del poder, como si mágicamente pudieran lograr detener el tiempo y evitar así aceptar lo que ahora son: dos despojos humanos, una pareja de miserables que en vano intenta apresar algo de la repugnante grandeza del Tercer Reich.

Las mujeres de los nazis, tres piezas breves dirigidas por Laura Yusem, Clara Pando y el autor Héctor Levy-Daniel, evoca la guerra desde otro lugar. Las mujeres son Magda Goebbels, esposa del ministro de propaganda nazi Josef Goebbels; Irma Grese, colaboradora de J. Mengele en Auschwitz, y Geli Raudal, sobrina de Hitler. Spinoza, el filósofo judío, maldecido y excomulgado en su tiempo, escribió: "El tirano es aquel que necesita por sobre todas las cosas la tristeza de sus súbditos". La tristeza es entendida aquí como la construcción de un mundo dominado por pasiones destructivas.

Magda Goebbels asesinó a sus cinco hijos antes de ingerir una cápsula de cianuro; Irma Grese se suicidó después de la guerra mientras esperaba su condena, mientras que Geli Raudal, sobrina adolescente de Hitler, se suicidó, según algunos historiadores, o fue asesinada, en la versión de otros. Este último caso es el más patético de todos, dado que Geli soportó los embates eróticos de Hitler y la posesión maníaca que impuso sobre ella.

Pero más allá de las anécdotas y de los logros de estos espectáculos, lo que dejan en el espectador es un bloque de sensaciones que se conectan con el retorno de la historia en sus aspectos más atroces. En ese sentido, el presente siempre está impregnado de pasado y solo analizándolo es posible, quizás, evitar repetirlo.

Cada guerra tiene sus propias características y representa desde el punto de vista de la historia cosas diferentes. Pero hoy, La conspiración, Lo que quedó y Las mujeres de los nazis, desde sus respectivas poéticas, estilos y lenguajes, vienen a confirmar aquello que tan bien dijo el crítico Tzvetan Todorov al escribir: "Lo que ha hecho posible este mal inmenso son los rasgos comunes y cotidianos de nuestras vidas: la fragmentación del mundo, la despersonalización de las relaciones humanas".

En verdad, creer que las guerras han sido hechas por monstruos es un error grave. Producen un efecto monstruoso, pero sus principales hacedores son hombres comunes, generalmente mediocres y cobardes que se han filtrado por los vericuetos de la historia con el fin de buscar cómplices y generar las etapas más sombrías de la humanidad.
Osvaldo Quiroga -
LANACION - adncultura

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